RESEÑA: Charlie Parker Plays Bossa Nova, de Haruki Murakami
¡Hola! Esta vez decidí hacer un post en español porque en este idioma leí Primera Persona del Singular, de Haruki Murakami, y, en esta ocasión, voy a hacer una reseña de su relato Charlie Parker Plays Bossa Nova. Esta reseña, sin embargo, apuntará sobre todo al análisis de los elementos que constituyen el relato: el marco, la atmósfera, la voz narradora, los personajes, y la estructura. Por eso espero que te sirva también para poder analizar, a través de estos elementos, algún relato por tu cuenta, como un cuento que te guste, o incluso para construir tus propios textos.
¡Vamos!
El relato comienza con un fragmento de un artículo que el narrador, quien podría ser el propio Murakami si el libro de relatos es confirmado ser un libro de memorias, dice haber escrito en su juventud (año 1963) a modo de reseña de un disco completamente inventado: Charlie Parker Plays Bossa Nova. Él mismo aclara todas estas cuestiones en los primeros párrafos en los que su voz, la voz del narrador, se hace presente. Más tarde, luego de algunos otros fragmentos intercalados de ambas voces, se incluye un suceso ocurrido varios años después de la publicación del artículo, en Nueva York, y, posteriormente, se desarrolla otro acontecimiento, saltándose, de nuevo, muchos años, ubicándonos en una noche más reciente. De esta manera se constituye la estructura del relato.
El marco del relato, por su parte, da saltos en el tiempo y el espacio, siguiendo los datos mencionados hasta ahora, a fin de desarrollar cada una de estas partes. No obstante, esta particularidad del marco es siempre tratada directamente por la voz narradora, que se encarga de articular los saltos como siguiendo un hilo de acontecimientos.
Ahora, ¿cómo se conforma la voz narradora? ¿Cómo se construye? Parecería mostrarse algo personal, como estableciendo una relación directa con el lector; esto se evidencia en el hecho de darse en primera persona del singular (nótese la intencionalidad) y de facilitar al lector la sucesión de acontecimientos, como en la oración "Bajemos el telón y volvamos a subirlo unos cuantos años más tarde," llegando a romper la cuarta pared en dos ocasiones: en el párrafo que comienza con "Permítame el lector que omita lo que sigue" y cuando se expresa "¿Me cree usted, fiel lector? Puede creerme. No me he inventado nada."
La última cita nos permite también reflexionar en el género o, más bien, naturaleza, del relato, pues el narrador afirma que estos acontecimientos le han sucedido verdaderamente, lo cual podría apuntar a un relato autobiográfico, y, aún así, considerando que el narrador y autor de un relato nunca serán la misma persona pues el autor crea un narrador que se encargue de plasmar en papel lo que atestiguó, no tenemos la certeza de que el propio Murakami haya vivido lo que su narrador afirma haber vivido, por lo que también Charlie Parker Plays Bossa Nova puede ser, tranquilamente, pura ficción, como el álbum de propio nombre.
Por último, quedan tratar tres temas: los personajes, la atmósfera y el clímax del relato. En cuanto a los primeros, podemos identificar al narrador protagonista, tal vez al joven de pelo largo en la tienda, al presunto dueño de la tienda de discos, y a Charlie Parker (o Bird). Parte de la atmósfera del relato, por otro lado, la constituyen los elementos sensoriales del aroma a café que se extendía en la tienda durante la segunda visita del narrador (y que vuelve aparecer en su sueño con Bird) y la propia música que sonaba en el local y en el sueño; podríamos, adicionalmente, considerar las descripciones del artículo como parte de la atmósfera del relato, pues proporcionan, a través de una voz que intercala con la del narrador, detalles sensoriales y específicos de la música del álbum inexistente.
El tono del relato ha sido previamente descripto, pero podemos hablar también de los efectos que genera (que forman parte de la atmósfera) y otros elementos, o, particularmente, de un elemento llamativo: la aparición del disco con música inexistente en Nueva York. Este le da al relato un tinte de extrañeza, no sólo porque desconcierta al lector, sino también porque desconcierta a los personajes. Vemos que esta ruptura en la lógica y realismo que el relato tenía hasta entonces no es aceptada dentro de la propia historia, incluso si el narrador afirma que fue completamente cierto, por lo que no podría encajar dentro del género fantástico. Sin embargo, traspasar los límites de la realidad parece ser parte del estilo de Murakami, exponente del realismo mágico japonés.
Nótese, además, que el dueño de la tienda interviene en la historia para confirmar que la aparición de este disco es sumamente inusual; por eso su interacción con el narrador protagonista resulta fundamental para el desarrollo de los hechos, y no la interacción entre el protagonista y el muchacho de pelo largo, a quien a penas podríamos considerar un personaje. Esto corresponde a la relación entre los personajes y cómo influye esta en la historia: cada uno aporta a la atmósfera y al hilo de sucesos.
Respecto al clímax del relato, que es posible ubicarlo en el sueño con Bird, podríamos indicar un par de cuestiones: primeramente, se retoman los elementos previamente establecidos. En el sueño, el narrador puede percibir el aroma a café que estaba relacionado a la tienda de discos, y Charlie Parker (que hasta ese momento no había intervenido como personaje) toca una canción que pertenece al álbum inexistente; por si fuera poco, también presenta su monólogo en agradecimiento al narrador por haberle permitido tocar bossa nova, cosa que no hizo en vida porque su fallecimiento se dio previo a la llegada del género a territorio estadounidense. De esta manera, y en segundo lugar, nos encontramos con un clímax ascendente, que se fue construyendo desde el principio del cuento a partir de la cuidadosa introducción y acumulación de cada uno de los elementos que intervienen en la escena para darle una especie de final circular, que remite al principio, pues la historia, el hilo de acontecimientos que articulaba la voz narradora desde un principio, termina donde empezó: con Charlie Parker tocando bossa nova.
En conclusión, analizamos el relato de Murakami a partir de la deconstrucción por los distintos elementos que lo componen. Reconocimos en su estructura tres tiempos distintos, vimos que el marco daba saltos entre ellos, articulada la secuencia por la voz narradora que demuestra cierto tono personal y que admite la vacilación entre los géneros de ficción y autobiográfico. Encontramos tres personajes activos en la historia y analizamos de a poco cómo se construye la atmósfera (elementos sensoriales y tono), y cómo todo eso llega a su punto más alto en el clímax, que da una conclusión apropiada, casi circular, a la historia desarrollada.
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